¿Por qué Sex and the City no es una serie apta para el 2024?


Sex and the City, la icónica serie de HBO que debutó en 1998, ha dejado una marca indeleble en la cultura popular. Con sus personajes fuertes, diálogos agudos y exploraciones de temas como la amistad, el amor y la sexualidad, se convirtió rápidamente en un fenómeno mundial. Sin embargo, al mirar la serie desde la perspectiva del 2024, se pueden identificar varios aspectos que la hacen menos relevante y, en algunos casos, inapropiada para los estándares sociales y culturales actuales.

1. Estereotipos de género y roles tradicionales

A lo largo de sus seis temporadas, Sex and the City presentó una visión idealizada y, en muchos casos, reduccionista de las mujeres en la sociedad. Las protagonistas, Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha, aunque cada una con sus matices, se ajustaban a estereotipos de la mujer urbana, sofisticada, interesada en la moda y obsesionada con encontrar al "hombre adecuado". Aunque la serie buscaba subvertir algunas de estas expectativas, muchas de sus tramas continuaban reforzando los roles tradicionales de la mujer que, en el 2024, se consideran demasiado limitantes y desactualizados.

El papel de la mujer como "buscadora de amor" o como "la amiga siempre dispuesta a apoyar a las demás en sus relaciones" sigue siendo un tema predominante, pero estas ideas no encajan con los ideales actuales de igualdad de género, empoderamiento y la independencia emocional.

2. Falta de diversidad e inclusión

Uno de los aspectos más criticados de Sex and the City es la falta de representación racial y cultural. Las protagonistas principales son todas blancas, y aunque se introducen personajes secundarios de diversas etnias, la serie no refleja la diversidad de la ciudad de Nueva York ni la diversidad de voces dentro de la sociedad moderna. En 2024, la representación racial, de género y sexualidad en los medios es un tema crucial, y la falta de inclusión en Sex and the City la convierte en una serie que no puede ser considerada completamente representativa de la sociedad actual.

En un contexto donde las historias multiculturales y la visibilidad de diferentes orientaciones sexuales son esenciales, Sex and the City muestra una visión reducida y sesgada de la vida en una ciudad cosmopolita.

3. Normalización de comportamientos problemáticos

A lo largo de sus episodios, Sex and the City aborda varios temas de manera ligera o incluso glamouriza comportamientos que hoy serían considerados problemáticos, como el "slut-shaming" (avergonzar a las mujeres por sus conductas sexuales), el consumo de alcohol excesivo y la objetificación de las mujeres. Samantha, en particular, es retratada como una mujer que se siente liberada sexualmente, pero sus comportamientos muchas veces son extremos y desconsiderados. Su enfoque hacia la sexualidad puede ser visto como una reafirmación de la idea de que las mujeres solo pueden ser "empoderadas" si son sexualmente desinhibidas, lo que no siempre refleja una visión saludable de la autonomía sexual.

El trato de las relaciones sexuales y el consentimiento también deja mucho que desear. En muchos episodios, las decisiones y actitudes de los personajes hacia el consentimiento y el respeto mutuo no reflejan los principios de respeto e igualdad que hoy esperamos en las relaciones.

4. Visión consumista y superficial

Otro aspecto cuestionable de la serie es su énfasis en el consumismo y el lujo. Las protagonistas gastan grandes cantidades de dinero en ropa, accesorios y cenas caras, lo que refuerza una visión superficial de lo que significa ser una mujer empoderada. Aunque la serie pretende mostrar las luchas de estas mujeres para equilibrar su vida profesional y personal, el constante enfoque en el materialismo parece estar en desacuerdo con los valores contemporáneos de sostenibilidad, igualdad económica y justicia social.

Además, la obsesión con las marcas y el estatus social se ha vuelto cada vez más un tema de crítica, especialmente en un mundo donde las redes sociales y las influencias del consumismo están siendo reevaluadas y desafiadas por los jóvenes, quienes buscan conexiones más auténticas.

5. Romanticismo tóxico

Una de las críticas más persistentes a Sex and the City es su enfoque en el romanticismo idealizado. Aunque la serie intenta presentar diversas formas de amor y relaciones, la mayoría de las tramas giran en torno a la idea de que el amor romántico es el fin último de la vida de una mujer. Este enfoque perpetúa la idea de que la realización personal depende de encontrar "al hombre adecuado", lo que puede ser problemático en un momento en que se están reevaluando las narrativas sobre el amor, la soltería y las relaciones saludables.

El concepto de "soulmate" o "alma gemela", aunque atractivo en la ficción, ha sido cada vez más criticado en el contexto actual, donde muchas personas están aprendiendo a valorarse a sí mismas antes de buscar una relación.

6. Enfoque limitado sobre la sexualidad

A pesar de que Sex and the City abordó la sexualidad de manera abierta, en muchos momentos su representación fue demasiado centrada en la heterosexualidad. Aunque Samantha es una mujer bisexual, los relatos sobre sexualidad en la serie no reflejan las experiencias de personas LGBTQ+ más allá de los personajes heterosexuales y su entorno inmediato. En un 2024 que exige mayor visibilidad y aceptación para todas las orientaciones sexuales, la serie resulta anticuada en su tratamiento limitado de la diversidad sexual.

Conclusión

Aunque Sex and the City es un referente cultural de finales del siglo XX y principios del XXI, en 2024 la serie necesita ser recontextualizada y entendida dentro de las normas sociales y culturales actuales. Su visión limitada de la feminidad, la falta de diversidad, la normalización de comportamientos problemáticos y su enfoque en el consumismo y el romanticismo idealizado la hacen menos relevante y apta para los estándares contemporáneos de inclusión, respeto y empoderamiento.

Para conectar con las nuevas audiencias, Sex and the City necesitaría una evolución, tanto en su representación de los personajes como en su enfoque sobre las relaciones humanas, la sexualidad y el papel de la mujer en la sociedad.


 

Comentarios

  1. No estoy de acuerdo, sexo en la ciudad es una serie que fue creada a finales de los años 90, muestra cómo las mujeres vivían sus relaciones amorosas y como el sexo era practicado. Para la nueva generación quizá esta ideología les parece retrógrada y algo aburrida, pero para las personas que crecimos con ella no, marca nuestro andar por el mundo y hasta nuestros deseos más íntimos. Sex and the City no tiene que ser reescrita solo para darle gusto a las nuevas generaciones, es por ello que, a pesar de esto existe una continuación titulada “And Just Like That...” donde trata las nuevas formas en las que se vive el sexo, deberías de verla.

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