Ansiosos por vincularse con Oliver, Brody y Brogan sugieren jugar Mad Libs durante la noche de juegos familiar. Sin que ellos lo sepan, accidentalmente toman un conjunto de "Dad Libs" en lugar de "Mad Libs", una versión mucho más sucia del juego y, a medida que llenan los espacios en blanco, la historia resultante resulta ser hilarantemente provocativa. Avergonzados pero divertidos, todos se echan a reír al darse cuenta del error, y uno de ellos lee la historia en voz alta… a modo de broma. La risa incómoda despierta los sentimientos secretos de Oliver por sus padrastros.
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