Esta nueva versión de su relación es tan mala como la anterior. Esta historia fue publicada originalmente en 2023, durante la segunda temporada de And Just Like That.... La hemos republicado en honor a la tercera temporada, que se está emitiendo actualmente en HBO Max.
Como la mayoría de mis compañeras fanáticas de Sex and the City, cuando la nueva serie And Just Like That... se estrenó en 2021, la anticipación me tenía temblando en mis Manolo Blahnik (es broma, no tengo ninguno). Pero me transportó de inmediato a los días de la vieja SATC, cuando no podía esperar para ver qué piezas de moda épicas aparecerían en la pantalla y qué locuras sentimentales protagonizarían las chicas. Me instalé en el sofá con bocadillos en mano, lista para sumergirme en las vidas de estos personajes ya más maduros. Y entonces... así sin más... mataron a Big. Y en la segunda temporada, pusieron a Aidan Shaw en su lugar. Y sinceramente, no me está funcionando en absoluto.
Hablar de Aidan me obliga a repasar mis sentimientos sobre Big, porque estos dos hombres siempre fueron las dos caras de la moneda en la vida amorosa de Carrie. La relación entre Carrie y Big tuvo muchos problemas. Big nunca fue exactamente su príncipe azul, y si lo pensamos bien, hubo muchas ocasiones en las que su comportamiento fue egoísta y narcisista. Dejar a Carrie plantada en el altar y humillarla frente a cientos de invitados no fue precisamente su mejor momento, y todas fuimos team Charlotte cuando ella la defendió ferozmente en aquellas escenas icónicas por las calles de Nueva York.
Hasta la primera temporada de AJLT, los guionistas querían que creyéramos en Carrie y Big a toda costa. No importaba lo que pasara o lo mal que se pusieran las cosas, la trama siempre los reunía. Nos empujaron con fuerza a verlos como “el final feliz” y nosotras lo aceptamos, recorriendo fielmente el campo de batalla que fue su relación.
Y en la segunda temporada de And Just Like That..., nos lanzaron la bomba: Aidan volvió. Tengo que cuestionar esa decisión. ¿Dónde quedó la oportunidad de ver a Carrie viviendo una serie de relaciones locas y redescubriéndose a sí misma y a la ciudad tras la muerte de Big? Yo necesitaba más de eso, más tiempo con Carrie explorando quién es ahora. Gran parte del encanto original de Sex and the City era su elemento de diversión. Con Carrie soltera y navegando de nuevo por la vida, había una oportunidad dorada de recuperar el espíritu del “novio de la semana”, pero desde una perspectiva madura y fresca. Especialmente considerando que en la cultura pop, muy pocas veces se muestra a mujeres de más de 50 saliendo con diferentes personas en pantalla.
No me malinterpreten: me encanta John Corbett tanto como a cualquier otra, pero parece que la serie trazó una línea muy clara: si traemos de vuelta a Aidan, entonces tenemos que hacer que el espectador crea que Big no significó nada. En el episodio 8 de la temporada 2, Carrie incluso se pregunta: “¿Y si Big fue un gran error?”. ¡Qué atrevimiento! Ni Miranda sabe qué decir. Pedirle al público que invierta tanto tiempo en una relación ficticia para luego echarla por tierra no solo duele, sino que es un sinsentido.
Y que quede claro, no solo me molesta que estén “reescribiendo” la historia de Big en favor de Aidan. Recordemos que Carrie y Aidan tampoco fueron una pareja perfecta. ¡Ni siquiera quería usar su anillo de compromiso en el dedo anular! Ella le fue infiel durante buena parte de su relación. Y en esta temporada, él se ha negado repetidamente a entrar a su departamento. Solo porque Carrie tuvo dos grandes amores, no significa que tengamos que reemplazar a uno con el otro. ¡La respuesta a la muerte de Big no tiene que ser automáticamente Aidan!
Y cuando llegó el final de la segunda temporada, la cosa se volvió aún más extraña: Aidan le pide a Carrie que espere CINCO AÑOS para poder retomar su relación, porque quiere centrarse en ser padre. Vaya pausa, ¿no? Con la tercera temporada ya en marcha, no sé cómo van a manejar esta trama los guionistas. Por ahora, parece que todas tendremos que sufrir con Carrie, pero quién sabe qué más nos deparará la temporada.
Ver la serie sigue siendo, de alguna forma, como recibir un abrazo cálido de una vieja amiga. Se ha convertido en mi serie de consuelo favorita, aunque a veces me deje desconcertada. Pero, ¿qué nos traerá el resto de la temporada 3? De algo pueden estar seguras: seguiré viéndola. Solo espero que haya mucho menos Aidan Shaw… al menos por un tiempo.
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